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Finisher Evergreen 228 |
Con esta crónica quiero describir lo que he vivido, sin creerme más que nadie por lograr esta hazaña
al menos para mí. Ha sido un trabajo de muchos meses donde la soledad de mis entrenos,
sufrimiento y sacrificio en muchos de ellos se ha convertido en mi aliado. Todo empezó hace mas
de un año, tras terminar el IM de Frankfurt decidí hacer otra cosa para el siguiente año. Me esforcé
mucho y me encontraba bien para hacer un buen tiempo allí, pero no supe o no pude con la ola de
calor que soportamos. Me llamaba la atención los triatlones extremos. Víctor Teni en su momento
me comentó algunos de los que hizo. De esta isla conozco a otros deportistas que han realizados
otros (Enbrunman, Altriman…) como Kenty,Héctor Pino, Isidro Casanova… (disculpa por no
recordar otros en este momento). Precisamente mientras me inscribía para la K42 Anaga hablaba
con este último y le comenté mi intención de hacer algo así. Me dio a conocer éste el cual era su
primera edición. Unas vez vistas las imágenes, el perfil, la dureza, el compromiso con el medio
ambiente y demás no dudé en saber que sería mi próximo objetivo. Recuerdo comentárselo y me
dijo: “ es muy duro”, pero aún así me sentía motivado e ilusionado con intentar acabar una prueba
así. Sabía que no sería fácil y es que enfrentarse a nadar 4.000m en un lago con una temperatura del
agua en torno a 16ºC, luego un segmento de ciclismo de 181km por los Alpes con un desnivel
positivo acumulado de casi 5.000m, para acabar con una carrera a pie de 43km trail por senderos de
Chamonix con un desnivel positivo acumulado de 2.800m a los pies del Mont Blanc no era para
tomárselo a broma.
He intentado no centrarme en la dureza de la prueba, sólo he trabajado cada día, cada semana, cada
mes con la única intención de cruzar la meta con el menor sufrimiento posible.
En medio me puse otro objetivo: LA TRANSVULCANIA, pese al incidente ocurrido en carrera la
acabé y con buenas sensaciones. Muy recomendable, tanto por la belleza del entorno natural, como
por el calor recibido en casi todo el recorrido por una afición volcada en cada corredor.
Ya centrado en el EVERGREEN y antes de viajar a Francia quiero agradecer a esas personas y/o
empresas que se involucraron con este reto. Gracias a ell@s ha sido más fácil: PELUQUERÍA Y
ESTÉTICA QUORE, LM SEGURIDAD, VIDACOLOR, NATURESPORT TEGUESTE,
BICICLETAS GIL, DEPORTES GUZMÁN, AQUA SPHERE y mi equipo de trail STUDIO 54
INTERSPORT.
VIAJE A FRANCIA:
6/9: Salimos a las 7:00 rumbo a Barcelona para luego enlazar con Ginebra. En este trayecto tuvimos
mucha suerte, porque lo que pudo acabar en tragedia, sólo acabó en un susto. Nos encontrábamos
en la pista de despegue y en plena aceleración cuando un ave impactó con la aeronave
introduciéndose en uno de los motores. Hizo que sufriéramos un frenazo brusco y regresáramos al
parking. Por suerte no fue en el momento del despegue porque sin duda las consecuencias hubieran
sido distintas seguro. No era el día. Cambiamos de avión y unas horas más tarde llegamos al
destino. De allí hasta Chamonix en transfer, unos 90km en poco más de una hora y media. Para
cuando llegamos ya era de noche, no se veía nada del entorno, sólo se palpaba paz y silencio. A
descansar.
DÍAS PREVIOS A LA PRUEBA:
Al amanecer y salir a la calle pude observar lo mágico del lugar. Me encontraba en la base de un
valle, atravesado por un rio y a ambos lados unas laderas inmensas de bosque. A medida que subía
la vista por un lado los árboles desaparecían para dar lugar a montañas rocosas, mientras por el otro
lado la nieve hacía su aparición, glaciar y “ahí” mismo el MONT BLANC, todo nevado. Sin duda,
una maravilla lo que la naturaleza mostraba a mis ojos.
Monto la bici y sin novedad. Todo perfecto.
Decido para hoy miércoles hacer parte de la primer segmento de la carrera a pie. En total unos
15km donde me doy cuenta de la dureza e inclinación del terreno. Pero a la vez una sensación
guapísima de ver como vamos dejando Chamonix a nuestros pies, oír los gritos de júbilo de los
parapentes al pasar por encima de nosotros a escasos metros de las copas de los árboles o el sonido
de los “hombres pájaro” al pasar. En ese instante me viene una frase a la mente que me dijo Basilio
Bravo: “ Chamonix es como Disney Land para los que amamos la montaña”. Y tanto que tenía
razón.
Poco o nada tiene que ver el terreno con lo que hay por aquí. La bajada con partes técnicas, muchas
raíces por fuera, llego a la conclusión que debo estar muy atento el sábado. Me llama la atención
pequeños riachuelos que alimentan el río,que tenemos que cruzar. Agua fría y cristalina. Pude
disfrutar de arándanos salvajes.
JUEVES 8:
Hoy decido hacer unos km de bici para ver sensaciones y que todo esté bien. 30Km donde aprecio
señales para ciclistas en los puertos indicando tanto el porcentaje de inclinación como los km que
faltan hasta la cima.
Por la tarde toca recoger el dorsal y las bolsas de corredor. Tengo el número 8. Es lo de menos pero
es una cifra que me gusta, coincide con mi día de nacimiento.
El tiempo continúa espectacular. Un poco de fresco por las mañanas pero a medida que avanza el
día las temperaturas suben hasta alcanzar los 28-29ºC. Las previsiones se cumplen de momento
aunque para el sábado por la tarde se esperan nubes y a partir del atardecer tormentas.
VIERNES 9:
Hoy es un día tranquilo, acudir a la charla informativa de la prueba de obligada asistencia. Luego
dejar la bici en las proximidades del lugar para su traslado al lago ya que se encuentra lejos.
También las mochilas de la carrera a pie y avituallamiento especial de la bici en boxes. Una vez
concluido ésto, un trote suave de 30' para intentar quitar nervios sobre todo.
A cenar temprano y descansar ya que a las 2:30h de la madrugada toca levantarse.
Antes de desconectar recibo un audio de mi hijo que sin duda será una de las claves para lograr mi
objetivo:
“yo confío en ti y sé que lo vas a terminar, mucho ánimo vale?
No te puedo poner en el brazo Hugo, pero por lo menos ya lo llevas tatuado. Pero para ti ahora
mismo como si te lo pusiera cuando vayas a correr.
Te quiero mucho papi”
DÍA DE LA PRUEBA:
2:30h, suena el despertador. En pie. Aparentemente me encuentro tranquilo. Se que será un día
largo y duro, para mi, para Sara que se encuentra allí conmigo, para personas que estarán pendientes
de mi en la distancia, mi familia, amigos incondicionales (Toni,Basilio, Jou, Tana, Jorge)
demostrándome de una manera sencilla el cariño que me tienen, Mavi, Josu,Rodolfo, Juanpe, los
compys del Studio 54 y otras tantas (disculpen por no nombrarlas).
3:00h de la mañana y rumbo al Lago Montriod en guagua. Trayecto de más de hora y media, el
silencio era el predominante, sólo interrumpido por golpes de tos del conductor.
A partir de las 5:00 se abre el boxes. Dejo la mochila de la transición en su lugar y apenas se aprecia
el lago. Unas luces iluminan el camino por el suelo hasta la línea de salida. Otras se encuentran en
el agua que nos sirven de guía al nadar.
Me despido de Sara y le transmito calma, estos instantes son de muchos nervios para mí, ella o resto
de personas en la distancia. Me coloco delante en segunda fila. Somos unos 170 en la modalidad
228, único Canario y prácticamente español ya que el otro inscrito es italiano aunque vive en
Barcelona. Momentos que me pasan muchas cosas por la cabeza. Meses entrenando todos los
aspectos referentes a esta prueba, palabras de aliento y ánimos de personas que me quieren, de la
responsabilidad que tengo y no quiero fallar, personas que no están en este mundo como mi padre,
de Víctor Teni donde quiera que esté.
Pasadas las 6:30h COMIENZA LA PRUEBA!!!
Salgo con algunas dudas sobre la boya a bordear, sigo la estela y cuando ya encaramos la recta larga
pongo mi ritmo y empieza a escalar posiciones. Me siento un poco sorprendido porque nado en el
grupo de cabeza. Casi al final de esta recta giramos una boya equivocada, lo que hace que tenemos
que retroceder. Nos coge el grupo de atrás, incremento el ritmo y vuelvo a la zona de delante.
Luego otra recta grande y antes de salir del agua para afrontar la segunda vuelta hay que bordear
una boya. Saliendo del agua me doy cuenta que sólo el grupo de cabeza hicimos el trazado
correcto, el resto hace una diagonal, lo que me pareció un gesto feo y de caraduras. Tampoco la
organización hizo nada al respecto. Para la segunda vuelta ya había una canoa en lugar para
encauzar bien a los competidores. La segunda vuelta prácticamente igual que la primera, sólo
empañada por un codazo recibido de otro participante cuando lo iba a adelantar, lo que hizo que me
parara en seco y como consecuencia de eso me salió un hematoma.
Salgo en sexta posición aunque
eso pasa a un segundo plano. Una cosa menos, el neopreno se ha portado muy bien, ninguna
sensación de frio pese a estar la temperatura del agua a 17ºC y ninguna rozadura.
Me pongo la ropa de ciclismo, salgo de la carpa y me encuentro con Sara, le digo que no se
preocupe, no me voy a volver loco. Salgo fuerte y subo el primer puerto a un buen ritmo, pero creo
que lo normal. Voy por encima de mis posibilidades y poco a poco voy poniendo el ritmo adecuado.
Si sigo así puedo llegar antes o quizás no. disfrutaba en la medida de lo posible de la belleza del
paisaje, casas de campo con sus tejados a dos aguas, rodeados de prados verdes, en ocasiones con
caballos, cabras o vacas en el interior de sus parcelas, cuervos revoloteando y saltando por allí,
pintadas en el asfalto de ídolos ciclistas que aún permanecían tras el paso del último Tour. Sentía y
vivía por donde hace poco pedaleaban grandes del ciclismo, aunque mi ritmo fuera ridículo
comparado con ellos. Al subir algún puerto sobre todo cuando el porcentaje de inclinación oscilaba
entre 10-11% y yo iba a 8-9km/h pensaba cómo podían subir a casi 20. Intentaba grabar todo lo que
veía, quizás no vuelva a pasar.
Tenía que estar muy pendiente a las señales colocadas por la organización, ya que las carreteras se
encontraban abiertas al tráfico. Tanto fue así, que pasados los 100km me despisté y cogí un camino
equivocado cuesta abajo. Aproximadamente a un km, hasta encontrarme con un cruce sin señalizar.
Subí hasta encontrar el error. Era una de las cosas que más me preocupaba y cuando sabía que iba
por el camino correcto, me sentía aliviado. Perdí unos buenos puestos. Si querías algo de los
avituallamientos tenías que parar, no daban botellines, ni geles, ni nada a lo que se suele encontrar
en otras pruebas similares, comías, bebías o repostabas en tus depósitos lo que te ofrecían. Ésta es
su filosofía: no dejar huella.
Ya en el km 171 teníamos que coger la bici a cuestas unos 60m cuesta arriba para sortear unas obras
y luego otros 200m de una rampa brutal, para postre sería.
Veía las montañas a lo lejos, apenas unos 5km y llegaba a Chamonix. Había salido como la entrené.
No estaba fresco pero tampoco vacío. Era más o menos lo que esperaba. Veo al fondo, cerca de la
transición a Sara y al acercarme a ella le digo que voy bien.
Mientras dejaba la bici y cogía las cosas para la carrera a pie pensaba que lo más duro aún estaba
por llegar. Pero por otro lado llegué con bastante margen para poder acabarla.
Me visto con relativa calma, malla baja como exige la organización, mochila con 1 litro de agua,
geles, comida y demás.
Salgo fuera hacia el largo camino que me espera. Como y tomo las cosas que había dejado a Sara.
Le comento:me voy a tomar con calma la carrera, me acompaña unos metros y me dirijo a la
primera ascensión, más de 1.000m de desnivel positivo en apenas 5km. La fuerza de mis piernas
nada tienen que ver con las del miércoles, normal para los km que llevo encima. Corono, como algo
en el avituallamiento y llamo a Sara para que transmita a las personas que se encuentran lejos que
me lo voy a tomar con más calma, me da igual el puesto, pero de seguir así quizás no pueda acabar.
De paso le digo que me tenga una cerveza fría para cuando llegue abajo.
Durante la bajada se me hizo de noche, tengo que extremar las precauciones y estar muy atento. Me
encuentro en un lugar que no conozco y no sé lo que me puedo encontrar. Cuando veo los pequeños
riachuelos me mojo la cara, nuca, muñecas y bebo. Ésto me espabila. A falta de 4km para llegar
abajo me encuentro con dos chicos, uno no se encontraba bien, estaba sentado con un fuerte dolor
en el pecho mientras el otro avisaba a los servicios médicos.
Antes de empezar los 24km que me faltan, como unos bocadillos y me tomo la cerveza. Le comento
a Sara que no me encuentro bien, que voy a hacer lo que me falta con el mínimo esfuerzo. Tengo
que dosificar las pocas fuerzas que me quedan.
Esta segunda parte comienza con 4km llanos, por un sendero ancho junto al río antes de comenzar
la ascensión. Se me hace interminable y observo luces a lo lejos y la altura. Mis fuerzas flaquean.
Veo luces a lo lejos y en altura. Se me pasan multitud de imágenes, personas, frases por la cabeza,
comienzo a subir y apenas podía clavar los bastones, el pulso es débil para estar en competición. Si
me esfuerzo más me da la sensación que me va a dar algo. Siento los latidos y por qué no decirlo,
pienso en aquel chico y yo no soy mejor que nadie. Por momentos paso un poco de miedo. Llevo
muchas horas sin parar pero intento calmarme sabiendo que no soy el único que se encuentra en esa
situación.
Sé perfectamente que si sigo así logro mi objetivo. La subida es interminable, los dedos de las
manos se intentan dormir, siento cosquilleo en ellos. Por momentos apoyo la cabeza sobre los
bastones y si me paro mucho, siento que me puedo dormir. Por fin llego a la parte alta, bueno…
casi. En el avituallamiento colocado allí tomo caldo y me sienta bien, pero recibo indicaciones de
seguir subiendo, unos 2km más subiendo con casi 400m+. No se ve nada, sólo las luces de otros
corredores mas arriba. Luego hasta el otro punto de control falsos llanos con algunos repechos.
Una vez llego a un lugar donde creo que ya todo es para abajo, me indican que tengo que subir unos
300m muy empinados para pasar el control. A estas alturas de la carrera mis fuerzas penden de un
hilo. Ahora si, paso el control y “sólo” quedan 10km de bajada para llegar a meta. Durante esta
parte siento que mi cuerpo quiere desconectar en un par de ocasiones, momentos de vista borrosa,
mareado y miento si no paso un poco de miedo. Cualquier “despiste” me puede jugar una mala
pasada y no pueda completar esta hazaña.
La bajada como es de suponer, larga e interminable. La meta está a escasos 3km y supero a un
japonés, pero se pone a mis pies y me siento incómodo, tanto es así que a poco menos de 1km para
la llegada lo dejo pasar. Me tiene harto y no me apetece estar luchando por un puesto ridículo.
Prefiero ir tranquilo, pienso que ya lo tengo. A la cabeza me vienen muchas situaciones:
entrenamientos largos, en solitario, con sol, lluvia, frío o viento, a Sara que no sólo hoy ha estado
pendiente de mi y nerviosa, sino por todo el apoyo, siempre a mi lado para poder completar ésto,
porque muchas cosas no los consigue uno sólo sin el apoyo de alguien, de Hugo, no sabrá nada
hasta mañana debido la hora que es, a mi familia y amigos que han estado pendiente más de 24
horas. También de ese pequeño círculo de personas que me han defraudado, gracias por hacerme
mas fuerte.
Ahí está la meta a escasos metros, sigo despacio y al cruzar la linea de meta señalo arriba y pienso;
“VÍCTOR…. POR TI”
Abrazo y beso a Sari… Reto conseguido
Muy, muy cansado… derrotado… a descansar… mañana lo valoraré más que ahora.
Como dije al principio darles las gracias a esas personas y/o empresas por hacer más fácil la
preparación y de todo CORAZÓN a todas esas personas, FAMILIA, amig@s de siempre, otros de
ahora, personas que apenas conozco o simplemente desconozco por todos los ánimos y palabras de
aliento que para mí tienen un tremendo valor. Parte de este mérito es gracias a ustedes, así que les
digo: MUCHÍSIMAS GRACIAS DE TODO CORAZÓN.
Me quedo con ésto, tengo mucha suerte.
P.D: 21h45'04'' puesto 57 de la general y dos abetos para casa
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